¿MÁS INFORMACIÓN? LLÁMANOS AL: +1 (202) 509 2200
  • IDIOMAS

    Agencia TasteAgencia Taste

    Agencia Taste

    Somos la primera agencia de Service Design del Perú

    2025092200
    E-mail: hola@agenciataste.com

    Agencia Taste
    Av. Javier Prado Oeste Nro. 757

    Open in Google Maps
    • Inicio
    • Company
    • Startup
    • Prensa
    • Contáctanos
    VerBrochure
    0
    Manolo Camacho Weberbauer
    Miércoles, 22 febrero 2017 / Publicado en Innovación

    ¿Qué queremos?, ¿qué buscamos?, ¿qué ofrecemos?

    ¿Sabemos quiénes somos?, ¿conocemos lo que hacemos?; son preguntas claves que debemos hacernos cuando se inicia un emprendimiento; como cualquier comienzo lo hacemos con mucha euforia y con ganas e ímpetu de conquistar al mundo, vamos buscando a nuestros referentes más cercanos para que nos den una cita y sobre todo que nos recomienden con terceros y también vamos reuniendo todas las tarjetas de presentación que hemos guardado, a lo largo del tiempo, asumiendo que esa es nuestra mejor “red de contactos” pero cuando empezamos a redactar (o siquiera pensar en frío) sobre lo que diremos en la presentación de este nuevo proyecto, no sabemos ni por dónde empezar y esto es el resultado de querer ofrecer “todo” lo que conocemos -o lo que esté a nuestro alcance – con tal de comenzar a facturar, pero sin un análisis previo de nuestras competencias profesionales.

    Antes de llamar a nuestros referidos y/o buscar sus tarjetas para contactarlos, primero debemos enfocar bien qué estamos haciendo y por qué lo hacemos; lo grave es no saber identificar qué beneficio brindamos como proveedores, ¿somos un producto o un servicio? ¿Buscamos hacer negocio o queremos crear una alianza?, todo esto es tan relevante de cuestionarse al igual que Hamlet hizo con el ¿ser o no ser?

    Cuando queremos llegar a un público potencial debemos ser conscientes que el camino es duro, muy difícil, puesto que nada hay de gratis en esta vida y mucho menos en el ámbito laboral, más aun considerando la diversidad de ofertas que existen y por ello muchas veces, quizás, nos veamos “obligados” a “bonificar” parte de nuestro servicio para lograr concretar este arranque… ¿eso es malo?, al contrario, porque de esta manera empezamos a sembrar nuestro derecho de piso en el mercado para que se nos conozca y reconozca, a estas alturas y con tanta oferta para tan poca demanda no importa ya cuántos años tengamos de presencia tácita en el mercado; cualquier emprendimiento es “nuevo”; la gente puede conocer lo que hacemos más no saben lo que realmente podemos ofrecer como producto final en la ruta que estamos abriendo y, para ello, es importante saber diferenciarnos del resto, destacando nuestro potencial profesional y maximizando esfuerzos para brindar lo mejor que sabemos hacer en esta nueva “marca” que representamos.

    Regresando al inicio de este artículo ¿sabemos realmente quiénes somos y lo que hacemos?, pensemos detenidamente: ¿qué conlleva el que arranquemos este emprendimiento?, ¿a quién queremos llegar?, ¿cómo vamos a lograr diferenciarnos del resto?; tan solo es cuestión de analizar y responder con sinceridad tres cosas:

    1. ¿Qué podemos hacer y hacia dónde o quiénes apuntamos?
    2. ¿Somos conscientes de nuestras habilidades con las herramientas que hoy en día tenemos para así optimizar la inversión de los clientes?
    3. ¿Sabemos con quiénes podemos contar para crear un equipo eficaz, competente y efectivo para obtener resultados concretos y tangibles?

    Hoy en día, lo que más importa es el resultado que podamos ofrecer y a un costo valor acorde con los nuevas tendencias de inversión de los Clientes, todos estos basados en la coyuntura socio político económica de la región y los acontecimientos a nivel global; tal vez, una empresa que presente menores costos operativos y personal contratado “por encargo” según sea la labor a desarrollar sea la mejor ruta para lograr alcanzar metas determinadas sin el tan famoso “fee mensual” sino, por el contrario, porque estas empresas tienen definido buscar alcanzar un rápido resultado y obtener eficiencias que redunden en constantes contrataciones y, sobretodo, saben que no deben poner todos los huevos “en una sola canasta” porque, los Clientes son cambiantes y poco fieles.

    Todo esto, al final, hace que un Cliente satisfecho no sea tan solo nuestra mejor carta de recomendación sino también nuestra mejor publicidad, aquella invaluable y que es la que cala más hondo en la mente de quienes nos conocen y también la de aquellos a quienes nos interesa conquistar: “el boca a boca”.

    Comencemos a conversar de nuestras historias para saber si estamos caminando seguro o de repente hemos cometido el error de arrancar sin haber revisado antes la ruta.

    Manolo Camacho Weberbauer
    Publicista Asociado

    • Tweet

    What you can read next

    En la boca de tus clientes
    Empatía y la innovación

    Deja un comentario Cancelar respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Search

    Recent Posts

    • Designer drawing a light bulb, concept for brainstorming and inspiration

      Mira mi diseñito… se ve bonito ¿no?

      A lo largo de mis casi 27 años como publicista ...
    • gamarra

      Pase joven, pase linda… hay tallitas, hay modelos, pregunte nomás

      Medio en broma, medio en serio, pero con una gr...
    • Boca a Boca

      En la boca de tus clientes

      Publicado en el diario El Peruano el 22/06/2016...
    • 12799560873_3ecbdf06d9_b

      Estar o no Estar

      Esa es la cuestión. Muchos todavía no comprende...
    • IMG_1132

      ¿Para qué sirve el Design Thinking?

      Publicado por  Diario Gestión con fecha 27/04/1...

    Recent Comments

      SUBIR